La semaglutida es un medicamento que ha acaparado gran atención en el campo del control del peso. Aprobado inicialmente por la Administración de Alimentos y Medicamentos de Estados Unidos (FDA) en 2017 para el tratamiento de la diabetes de tipo 2, fue aprobado posteriormente en 2021 para el control del peso crónico. Este innovador fármaco pertenece a una clase de medicamentos denominados agonistas de los receptores del péptido-1 similar al glucagón (GLP-1).
¿Qué es la semaglutida?
La semaglutida es una versión sintética de la hormona humana péptido-1 similar al glucagón. Actúa imitando una hormona intestinal que regula el apetito y la ingesta de alimentos. Al activar los receptores de GLP-1 en el cerebro, la semaglutida reduce el hambre y aumenta la sensación de saciedad, lo que conduce a una menor ingesta de calorías y la consiguiente pérdida de peso.
Aprobación y mecanismo de acción:
La Administración de Alimentos y Medicamentos de Estados Unidos (FDA) aprobó por primera vez la semaglutida para el tratamiento de la diabetes de tipo 2 en 2017. En junio de 2021, recibió otra aprobación de la FDA para el control crónico del peso en adultos con obesidad o sobrepeso con al menos una comorbilidad relacionada con el peso. La semaglutida actúa imitando la hormona GLP-1 (péptido-1 similar al glucagón), que desempeña un papel crucial en la regulación del apetito y la ingesta de alimentos. Al activar los receptores de GLP-1, la semaglutida ayuda a reducir el hambre, aumentar la sensación de saciedad y ralentizar el vaciado gástrico, lo que se traduce en una menor ingesta de calorías y la consiguiente pérdida de peso.
Posología y administración:
La dosis de semaglutida para la pérdida de peso suele comenzar con 0,25 mg una vez a la semana, administrados mediante inyección subcutánea. La dosis se aumenta gradualmente con el tiempo, normalmente en intervalos de 4 semanas, hasta alcanzar la dosis de mantenimiento de 2,4 mg una vez a la semana. El medicamento está disponible en forma de pluma precargada, lo que facilita su autoadministración. Al igual que con cualquier otro medicamento, es fundamental seguir cuidadosamente las instrucciones del médico prescriptor para obtener resultados óptimos.
Resultados de la investigación: Resultados impresionantes
La eficacia de la semaglutida para perder peso quedó demostrada en el programa de ensayos clínicos STEP (Semaglutide Treatment Effect in People with Obesity). En el ensayo STEP 1, publicado en 2021, los participantes que tomaron semaglutida perdieron una media del 14,9% de su peso corporal a lo largo de 68 semanas, frente al 2,4% del grupo placebo. Esta importante pérdida de peso es lo que ha convertido a la semaglutida en un revulsivo en el tratamiento de la obesidad.
Recuperación de peso tras la interrupción
Aunque la semaglutida ha demostrado unos resultados impresionantes en la pérdida de peso, una consideración importante es qué ocurre cuando los pacientes dejan de tomar la medicación. Estudios recientes han arrojado luz sobre este aspecto:
- Recuperación de peso a largo plazo: Investigaciones anteriores indicaron que la interrupción brusca del tratamiento con semaglutida solía provocar una importante recuperación de peso. Tras 68 semanas de tratamiento, los pacientes recuperaron una media del 11,6% de su peso corporal en la semana 120. En un estudio se observó que los participantes recuperaron dos tercios del peso perdido un año después de abandonar el tratamiento con semaglutida.
- Resultados variables: Un estudio más reciente, de enero de 2024, presentaba un panorama más matizado. Entre 20.274 participantes:
- El 17,7% recuperó todo o más del peso perdido
- El 56,2% mantuvo su pérdida de peso o siguió adelgazando
- Estrategia de reducción gradual: La investigación presentada en el Congreso Europeo sobre Obesidad (ECO) 2024 sugiere que la reducción gradual de la semaglutida, combinada con cambios en el estilo de vida, puede ser clave para prevenir la recuperación de peso. Los pacientes que redujeron la medicación a lo largo de 9 semanas mantuvieron un peso corporal estable durante las primeras 26 semanas posteriores a la interrupción, con una pérdida media de peso del 1,5% en la semana 26.
Opiniones de expertos
El Dr. Henrik Gudbergsen, investigador principal y director médico de Embla, comentó el enfoque de la reducción progresiva: “La combinación de apoyo en los cambios de estilo de vida y reducción lenta parece permitir a los pacientes evitar la recuperación de peso tras dejar la semaglutida. Creo que eso demuestra que han aprendido más sobre los comportamientos alimentarios emocionales, el estilo de vida, la comida, el ejercicio, etc., y no sólo han dependido de la semaglutida para perder peso. Realmente tienen el control”.
Consideraciones futuras
Aunque los datos sobre la disminución progresiva son prometedores, algunos profesionales sanitarios han expresado su preocupación por la posible recuperación de peso en periodos superiores a 26 semanas. Se necesitan más estudios a largo plazo para extraer conclusiones fiables sobre las mejores estrategias para mantener la pérdida de peso tras interrumpir el tratamiento con semaglutida.
La semaglutida representa un avance significativo en el tratamiento de la pérdida de peso. Sin embargo, su eficacia a largo plazo y el manejo de los pacientes tras el tratamiento siguen siendo áreas activas de investigación. Como ocurre con cualquier intervención de pérdida de peso, nunca se insistirá lo suficiente en la importancia de introducir cambios sostenibles en el estilo de vida para conseguir y mantener un peso saludable.